Acabem el curs amb dos textos de la nostra amiga, mestra i dramaturga de capçalera Antonia Bueno. Res millor que les lletres sorgides del seu puny, de la seua ment, durant el confinament per a fer honor al títol del nostre blog fent de la literatura antídot.
LA ANTIGUA CEREMONIA
Antonia Bueno Mingallón
Cada atardecer, cuando el sol se oculta, salimos de nuestras cabañas y comenzamos a batir las manos en un hermoso concierto que se alza hacia el cielo lleno de aves que trenzan sus plumajes en encantadora acrobacia.
Nadie conoce el origen del ritual. Es tan antiguo que ignoramos por qué ni cuando comenzó. Se ha transmitido de generación en generación durante siglos. La llamamos “La antigua ceremonia”. Muchas personas creen que se trata de un rito ancestral para despedir al sol y pedirle su retorno. Otras han escrito ensayos sesudos, buscando peregrinas explicaciones que a nadie convencen.
El musical aplauso, acompañado de danzantes portando vestimentas y máscaras blancas, se desarrolla durante el tiempo en que el disco solar va desapareciendo tras el pico de nuestro monte Corona.
Luego volvemos a nuestros hogares, leemos, escribimos, contamos cuentos con la abuela y los tíos, construimos juguetes para nuestras criaturas, jugamos con ellas, cenamos, reímos, charlamos con amigos y vecinos, y dormimos esperando un nuevo día, un nuevo sol, una nueva esperanza.
Los ritos son importantes en la vida. Creo que tienen muchas funciones: celebrar, compartir, iniciar, concluir, mostrar, agradecer...
En estos días tan extraños que estamos viviendo ciertas cosas se han convertido en ritos: los aplausos de las 20h, las llamadas de teléfono a los que casi habíamos olvidado, los saludos al sol y a la noche a veces con la fortuna de ver las estrellas...
Ritos tan cotidianos como el saludo, darse la mano o dos besos, han sido eliminados de nuestra cotidianidad.
De golpe, casi sin poder pensarlo nos hemos parado bruscamente. Y como de forma natural hemos valorado la cordialidad, el acercamiento que no podemos permitirnos, la expresividad que nos es velada por una mascarilla, la mano que…